Un análisis de competencia consiste en identificar a las empresas que trabajan en el mismo sector, compitiendo por los mismos clientes, y analizar las estrategias que usan, sus fortalezas y sus debilidades.
El objetivo de un análisis de la competencia es ver qué hacen las otras empresas, de modo que sea más fácil abrirse un hueco en el mercado, diferenciándose o mejorando la oferta. En definitiva, el estudio de la competencia te permitirá descubrir necesidades no cubiertas y determinar qué ventajas vamos a resaltar frente a los clientes para que se decidan por nuestra empresa.
El análisis de la competencia es una de las partes más importantes de un estudio de mercado, pero no la única. Un estudio de mercado es un análisis más amplio que incluye otro tipo de información sobre la demanda, los ciclos de venta, los perfiles de consumidores, etc.
Muchas personas piensan que el análisis de la competencia es un paso a dar únicamente antes de poner en marcha un proyecto de negocio, y que este no ha de volver a repetirse. No obstante, aunque un análisis de la competencia es fundamental en este caso, también es de utilidad en otras situaciones, como las siguientes:
Para recabar esta información de primera mano puedes recurrir a clientes de esas empresas o a clientes que hayan usado sus productos o servicios (pero que se han pasado a tu empresa), preguntándoles qué es lo que los ha llevado a tomar esa decisión.
Por otro lado, en internet encontrarás herramientas que te permiten monitorizar los precios o el stock de la competencia, siempre y cuando sean públicos.
En algunos casos, también puedes optar por experimentar el proceso de compra en primera persona.
Identifica a los líderes. Identificar y estudiar a los líderes del sector te permitirá identificar buenas prácticas e ideas que quizás puedas poner en marcha en tu empresa. Aunque no sean competencia directa (por ejemplo, un pequeño e-commerce no puede plantearse competir con Amazon en sus inicios) siempre puedes aprender de ellos.
Conocer sus errores te permitirá sacar provecho de ellos. Por ejemplo, si sabemos que su producto es bueno, pero su atención al cliente es deficiente, podemos usar una atención personalizada como reclamo para captar a sus clientes o ex-clientes.
Una vez hayas realizado el análisis de la competencia, descubrirás en qué puedes superar a tu competencia, en qué puedes mejorar y cómo puedes diferenciarte.
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