Emprender: Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro. (RAE)
Es decir, que aquel que tiene una idea, hace un business plan y se lo cuenta a los amigos no ha emprendido. No es por menospreciar ideas, proyectos o personas, pero si a ellos se les considera emprendedores, ¿qué adjetivo ponemos a aquellos que ponen en marcha sus proyectos y luchan a diario porque sobrevivan en esta insufrible situación económica? Creo que la palabra emprender con la moda y la crisis se ha banalizado y utilizado tanto que hemos perdido su significado real, y debemos reivindicarlo por el sacrificio que conlleva el ajustarse simplemente a las palabras que componen la definición de la RAE:
Acometer. Después de la idea y de pintar el business plan debes enfrentarte a la realidad de poner en marcha un negocio. Debes conseguir todo lo que necesitas para ello.
Empezar. Todo camino de 1.000 km empieza por un paso. Hay que iniciar la actividad, pero ¿por dónde? No es fácil, pero hay que hacerlo.
Obra. Es nuestra creación. Para nosotros la más bella. Digna de exponerse en el Prado para deleite de visionarios, pero cuidado que no nos ciegue nuestro arte.
Negocio. Se hace para ganar dinero, debes vender y tener clientes. Una idea no es negocio hasta que no genera dinero.
Empeño. Tenemos que ser tenaces y no desfallecer, pero sin ser testarudos y escuchar a los que nos rodean, a los clientes, al mercado... incluso a la competencia.
Dificultad. Te encuentras con todas las que imaginabas, las que te habían contado y las que ni pensabas, y las tienes que superar en el día a día.
Peligro. Un proyecto plasmado en un papel solo amenaza a que te cortes en un dedo cuando pasas una página. El riesgo de verdad lo tienes cuando pones tu dinero, tu esfuerzo, tu alma y casi tu vida en el negocio.
Si no es así, lo siento, pero solo tienes una idea o un proyecto que debes acometer, empezar, hacer obra, generar negocio con todo tu empeño, luchando contra las dificultades y enfrentándote a los peligros. Entonces emprenderás.
Una buena analogía del emprendimiento puede ser la escalada, y asimilar a los emprendedores con los escaladores.
Con esto quiero mostrar una serie de puntos entre ambas actividades que, guardando las distancias, nos pueden dar una visión más palpable de los valores, tareas y capacidades que debemos desarrollar y tener en cuenta para emprender.
Estas son unas cuantas razones, pero seguro que emprendedores y escaladores podéis aportar más que hacen muy grandes las dos actividades. P.D.: Para los aficionados de la montaña, pedir disculpas si he dicho alguna incongruencia desde mi incultura en este tema, pero he querido hacer esta comparativa porque casi a diario siento que estoy subiendo un 10.000.